miércoles, 5 de abril de 2023

“Extraños ahogándose”, 2015. Larissa MacFarquhar

  La escritora Larissa MacFarquhar emprende una enigmática investigación sobre el altruismo partiendo del posicionamiento ético del filósofo Peter Singer: si una persona ve a un extraño en peligro de ahogarse en un estanque ¿le afectará ello emocionalmente igual que si se trata de un familiar o ser querido? Lógicamente no, ¿es esto justo, es esto ético?

Supón que hay dos personas ahogándose ahí, y yo estoy ahogándome aquí, y tú puedes salvar o bien a esas dos personas o a mí, ¿qué deberías hacer? THE MOST OPPRESSED OF ALL

  Peter Singer es, por lo tanto, “utilitarista” y considera que toda acción benéfica debe ejecutarse de forma racional, teniendo en cuenta que ninguna persona vale más que otra: debemos actuar benéficamente de una forma lógica, y dos vidas valen más que una. Es más, si seguimos discurriendo lógicamente, todo ser sintiente debería ser compadecido por igual, lo que incluye también a los no humanos. Ésa es la visión de los comprometidos en los derechos de los animales.

Cuando (…) era un joven, buscó una causa a la que dedicar su vida –una forma de disminuir el sufrimiento que veía en el mundo- y la respuesta que surgió fue que [debía dedicar su vida] a los pollos. Era una cuestión de número. Más de ocho mil millones de pollos son matados al año en América, cerca de un millón a la hora THE MOST OPPRESSED OF ALL

[El utilitarismo] quiere decir que una persona debe estar preocupada por el bienestar como tal, y ser neutral sobre de quién es ese bienestar, lo que quiere decir que deberíamos estar igual de preocupados por extraños alejados que por la gente que está frente a nosotros, o incluso por nuestras familias. [Con todo], muchos utilitaristas creen que es normalmente mejor si la gente cuida más de sus familias que de los extraños porque el mundo funciona mejor así, pero esta es meramente una concesión pragmática. DUTY!

  El tema es tan complejo e implica tantas cuestiones, que el libro de MacFarquhar no puede abordarlas todas. En esta obra, dividida en capítulos con expresivos epígrafes, se pasa de los testimonios personales de los benefactores actuales –algunos célebres, como la familia Amte- a la teoría crítica con respecto a la caridad, el altruismo o el humanitarismo.

   Partimos de que, desde la perspectiva utilitarista, lo importante son solo los resultados: salvar el mayor número de vidas. Incluso la “vida” también puede medirse de forma lógica: no es lo mismo salvar a un joven de quince años que a un anciano de ochenta (esta disyuntiva se da de forma real en el entorno hospitalario, en la lista de espera de receptores de órganos donados para trasplante).

  El utilitarismo va mostrando sus fallas a lo largo del desarrollo de este libro.

   En general, se considera que existen tres modelos éticos: utilitarismo, deontología y ética de la virtud. Todo parece indicar que es el último modelo el más razonable. El enfoque mismo de este problema en el libro lo hace ver así:

Este libro es acerca de un carácter humano que despierta emociones conflictivas: el bienhechor [do-gooder]. No quiero decir un benefactor normal a tiempo parcial –alguien que tiene un trabajo importante, o que hace voluntariado y regresa a su vida familiar normal por las noches-. Quiero decir una persona que pone su vida en el camino de ser lo más ética posible. Quiero decir una persona que se ve arrastrada a la bondad moral por su propia naturaleza FOR DO-GOODERS, IT IS ALWAYS WARTIME

  En casos de emergencia –guerras, catástrofes naturales- la gran mayoría de las personas se apresuran a actuar por el bien ajeno. Si mientras vamos caminando por la calle presenciamos un terrible accidente de tráfico, acudimos en seguida en socorro de las víctimas. Pero muy pocos se sienten igualmente urgidos si estamos viendo por televisión un reportaje de medio minuto sobre los efectos de una hambruna en África.

El benefactor (…)  sabe que hay crisis en todas partes, todo el tiempo, y las busca FOR DO-GOODERS, IT IS ALWAYS WARTIME

No siente que debe atender primero a la gente más próxima a él: se ve movido no por un sentido de pertenencia sino por la urgencia de hacer tanto bien como puede. No hay una conexión orgánica y necesaria entre él y su trabajo –éste no lo elige a él, él lo elige-. Los benefactores de los que hablo son (…) este tipo de persona. (…) Son más raros y difíciles de comprender [que la gente normal, que se preocupa primero por sus allegados]. Puede parecer antinatural no prestar atención a la propia gente por una idea moral FOR DO-GOODERS, IT IS ALWAYS WARTIME

  Esto no es racional. Es lógico, pero no es racional en tanto que choca con nuestras costumbres y aún con nuestros instintos (nepotismo). La persona que experimenta tan acuciante empatía por los extraños suele despertar una gran desconfianza. En el libro vemos el caso de los donantes de órganos a extraños en vida.

Algunos programas de trasplantes se niegan a tratar con donantes altruistas en absoluto. Cuando la donación de riñones por no parientes se hizo posible por primera vez, mucha gente, particularmente médicos, encontraron esta forma de ser un benefactor –dar un órgano a un extraño, llamado “Donación altruista”- extraña e incluso repelente  KIDNEYS

  Lo notable de este caso es que la aceptación de tal iniciativa altruista fue cambiando con el tiempo, lo que muestra una evolución moral en la sociedad dentro de la cual se practican los diversos tipos de virtud. Obsérvese cómo el mismo Peter Singer se vio afectado cuando juzgaba un altruismo objetivamente –utilitariamente, por tanto- “menor”, como era la donación entre parientes:

[Hacia 1990] el filósofo Peter Singer fue impactado por un artículo sobre una mujer que donó uno de sus riñones para salvar la vida de su hijo. Sintió que esto era un sacrificio extraordinario y citó la historia en uno de sus libros como un ejemplo de extraordinario altruismo. En nuestros días, el que una madre done un riñón para salvar la vida de su hijo sería común; una madre que se negase a hacerlo sería algo más notable KIDNEYS

  A esto se añaden los datos de que la donación de órganos en vida se ve hoy en día más facilitada por nuevos procedimientos quirúrgicos que proporcionan una mayor seguridad… aunque lo mismo se puede decir sobre la donación de recursos económicos a los países pobres, porque los países ricos nunca han sido más ricos de lo que lo son ahora.  

  Igualmente, resulta chocante el testimonio que se da en este libro de una pareja que dedica su vida a donar sus salarios a fines humanitarios. Se trata de un caso único… pero desde el punto de vista utilitarista sería lo más razonable.

El quería que Julia fuese feliz, pero ¿cómo podía ella ser feliz si iba por la vida viendo niños con malaria en todas partes, muriendo ante sus ojos porque les faltaba una mosquitera? AT ONCE RATIONAL AND ARDENT

  La conclusión es evidente: hay cosas más importantes que la felicidad. O se puede expresar de otra manera: alguien con tal sensibilidad ante el sufrimiento de los extraños sería aún más infeliz de no haberlos socorrido cuando le fue posible.

  Inevitablemente, es preciso abordar la cuestión de la animadversión y el desprecio del que son objeto muchas personas altruistas. Los psicoanalistas fueron especialmente despectivos.

Las emociones que [el altruista] cultiva –cuidar de los extraños, un cierto grado de desapego de su familia a fin de cuidar de esos extraños, indiferencia a los placeres bajos- pueden parecer inhumanamente elevadas y separarlo de la demás gente FOR DO-GOODERS, IT IS ALWAYS WARTIME

A nadie le gusta que se le diga, siquiera implícitamente, cómo debería vivir su vida, o que se le reproche cómo la está viviendo. Y a nadie le gusta ser receptor de caridad  FOR DO-GOODERS, IT IS ALWAYS WARTIME

Un exceso de virtud, pensaba Freud, podría indicar un masoquismo moral. THE UNDERMINING OF DO-GOODERS, PART ONE

  Cobró cierta popularidad el artículo de la filósofa Susan Wolf en este sentido. Pero, en el fondo, ¿no se trata de una crítica al fanatismo de los creyentes que puede aplicarse a cualquier otro tipo de creencia?

  La pareja descrita en este libro que dedica todos sus ingresos a la caridad –él es programador informático; ella, asistenta social-, ¿en qué es más rechazable que los acostumbrados avaros que encuentran placer ahorrando hasta la última moneda, simplemente para acumularlo en su cuenta?

  El acierto es considerar que la bondad universal es una meta que vale la pena plantearse.

¿Qué sucedería si todo el mundo dejara de creer que es su deber proteger a su familia y darle lo que necesita, no importa qué, y comenzase a pensar que su familia no es más importante que la de otro cualquiera? Si todo el mundo pensase como un do-gooder, el mundo ya no sería nuestro mundo, y el nuevo mundo que tomaría su lugar sería por completo diferente y casi inimaginable. SOMETHING QUITE DIFFERENT FROM LIFE

  A pesar de su dependencia del contexto social –muy aguda en el caso de personas de alto estatus, que son, lógicamente, las más integradas socialmente- no han faltado las mentes de vanguardia que han propuesto elecciones no convencionales. 

[William] James propuso una conscripción en tiempos de paz para el trabajo duro –para las minas de carbón y hierro, para los trenes, para las flotas pesqueras en diciembre, para lavar platos, ropa y ventanas, para construir carreteras y túneles (…)- que a la vez endurecería a la juventud del país y corregiría la injusticia por la cual algunas personas viven de forma acomodada mientras otros se ven humillados por la pobreza. ¿Por qué la gente no debería ser espoleada a la acción por la vergüenza ante la injusticia en su país, tanto como por el riesgo de que se produzca una invasión extranjera? SOMETHING QUITE DIFFERENT FROM LIFE

  Muchas personas se adhirieron al marxismo por un posicionamiento moral, a pesar de que la teoría marxista ya anticipaba –en su determinismo maniqueo y su cruel mecanicismo- la amoralidad sistémica del “socialismo científico”. La autora no menciona este caso cuando señala el absolutismo moral de los benefactores independientes actuales.

Requerir que una persona piense en sí mismo como una herramienta para el bien general podría verse como el equivalente a secuestrar una persona en la calle y cosechar sus órganos para salvar tres o cuatro vidas DUTY!

 Algunos autores desengañados del marxismo, como Pitirim Sorokin, presentaron opciones morales no políticas, y hoy está olvidado el conmovedor intento de León Tolstoi de construir una comunidad universal de moralidad cristiana no dogmática. Larissa en su libro nos menciona a autores del siglo XXI, como Toby Ord y su iniciativa “altruismo eficaz”, derivada del utilitarismo de Peter Singer

  Falta una posición racional más atrevida y más anticonvencional que entronque la moralidad con el vigor ideológico y comunitario de las religiones compasivas.

Una pasión por la moralidad es una pasión por la bondad –algo como una versión secular de una pasión por Dios- y esto no solía parecer tan extraño FOR DO-GOODERS, IT IS ALWAYS WARTIME

Hoy en día, una teoría moral según la cual casi todo el mundo parece inmoral hasta el punto de la depravación [por no hacer todo lo posible para aliviar a los necesitados] puede parecer ridícula. En el pasado, sin embargo, la idea de que casi todo el mundo era un penoso pecador parecía perfectamente normal DUTY!

  La ayuda humanitaria sin una alternativa ideológica puede acabar siendo en extremo ineficaz.

La ayuda humanitaria podría ayudar a prolongar conflictos, posiblemente matando tanta gente como se ve salvada – la ayuda alimentaria que proporcionan los cooperantes liberaría recursos para armas o se intercambiaría directamente por ellas en el mercado negro-.(…) [Se ha] descrito cómo la ayuda alimentaria destruye los mercados locales y arruina a los granjeros. La comida enviada parece ayudar a los granjeros del primer mundo, que se libran de los excedentes y reciben beneficios fiscales, más que beneficiar a los receptores  THE UNDERMINING OF DO-GOODERS, PART TWO

  La brutalidad marxista quizá debería habernos enseñado que es preciso que exista una conexión entre el “altruismo eficaz” –un utilitarismo contable- y la propagación de la bondad como estilo de vida y alternativa social. Larissa MacFarquhar identifica altruismo y bondad, lo cual es un tanto confuso: un multimillonario puede donar mucho dinero simplemente por vanidad y no mostrar en su personalidad rasgo bondadoso alguno.

[La joven benefactora] quería ser una trabajadora social –lo había deseado durante años- pero podía ganar mucho más dinero [para donarlo a caridad] haciendo otra cosa (…) [Sin embargo, pensaba que] ella se sentiría tan mal trabajando en finanzas o en abogacía que viviría un derrumbe nervioso al cabo de unos pocos años AT ONCE RATIONAL AND ARDENT

  Es decir, incluso la benefactora un tanto rígida que solo piensa en cantidades de dinero a enviar a agencias humanitarias –lo inequívoco- reconoce que hay una conexión entre estilo de vida –es decir, la ética de la virtud- y caridad eficiente –utilitarismo-.

[La pareja de benefactores] raramente hablaba a otra gente sobre sus donaciones. Era raro. La gente no gusta hablar sobre dinero en general, pero ellos realmente no querían hacer sentir [a los demás] que eran juzgados por  guardar tanto dinero para ellos mismos. Cuando (…) varias veces [ella] intentó hablar sobre las donaciones, una persona le dijo que estaba loca y solo estaba haciéndose una desgraciada a sí misma; otra persona se burló AT ONCE RATIONAL AND ARDENT

  Este caso en particular no logra crear un estilo de vida, aunque con su ejemplo podría impulsar cambios morales a largo plazo y, sobre todo, en tanto que da lugar a un altruismo efectivo –dinero que llega a las agencias de ayuda humanitaria- es, a falta de una alternativa mejor, de un inequívoco altruismo.

  ¿Existe una alternativa mejor al posicionamiento de filósofos utilitaristas como Peter Singer y Toby Ord? Hoy por hoy, parece que no. Poca gente cree ya en un cambio político con efectos altruistas a gran escala, como sucedía con los marxistas de la década de 1930, y, por otra parte, los avances educativos y la prédica humanitaria están llevando a los un tanto vergonzantes excesos del “wokismo”. Falta algo.

  Una posibilidad sería impulsar un cambio social no-político que aunara el altruismo efectivo y las compensaciones emocionales propias de la benevolencia como estilo de vida alternativo (es decir, una alternativa cultural). Podemos llegar ahí desde un análisis crítico de la confusión que aparece en el libro de la señora Macquhar entre “altruismo” y “bondad”. El “altruismo efectivo” no es un rasgo temperamental que pueda formar la base de un estilo de vida, de un ethos. El altruismo entendido de forma utilitarista solo implica prestación de bienes y servicios a los necesitados sin contraprestación equivalente. En tanto que vegetariano y opuesto a la vivisección, Hitler podía ser calificado de altruista… y sus crímenes raciales podrían ser excusados en base a la deficiente información sobre el darwinismo en su época. Por el contrario, el relato evangélico incluye bastantes rasgos conductuales que identificamos como “bondadosos”: compasión, perdón, humildad, afectividad, antiagresividad, empatía… y caridad –es decir, altruismo-.

  Si cultivásemos la benevolencia como estilo de vida, como base psicológica de los rasgos de conducta más prosociales –los que, además de ser altruistas, generan confianza y fomentan la cooperación-, podríamos poner la base para un desarrollo cultural alternativo más atractivo que el crudo altruismo utilitarista de la pareja de la cual se da testimonio en este libro. 

   Un estilo de vida benevolente, sensible y caritativo puede implicar muchos sacrificios y no estar al alcance de todos… pero puede implicar también algunas compensaciones coherentes con la bondad, sobre todo el disfrute de bienes afectivos y una cooperación palpable entre quienes compartan ese estilo de vida. Una estructura de tipo monástico –donde los creyentes que compartan motivación y propósito interactúen conductualmente- podría dar resultado y servir para propagar cambios morales y culturales a gran escala. Y esto ya no sería utilitarismo, sino ética de la virtud. De un determinado tipo de virtud mucho más apropiada para las actuaciones altruistas.

Lectura de “Strangers Drowning” en Penguin Press 2015; traducción de idea21

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