lunes, 15 de abril de 2019

“Decisiones instintivas”, 2007. Gerd Gigerenzer

Consideramos que la inteligencia es una actividad deliberada, consciente, guiada por las leyes de la lógica. Sin embargo, buena parte de nuestra vida mental es inconsciente, se basa en procesos ajenos a la lógica: reacciones, o intuiciones, instintivas.

Las leyes del mundo real son desconcertantemente distintas de las del idealizado mundo lógico. 

   El psicólogo Gerd Gigerenzer nos informa de ciertos valiosos descubrimientos en el campo de la psicología cognitiva que cuestionan la importancia que se le da al pensamiento lógico. Algunos autores, como David Kahneman, han escrito buenos libros acerca de las deficiencias de la inteligencia humana en el campo de la lógica: por ejemplo, la llamada heuristica del reconocimiento se produce cuando un dato nos parece más relevante simplemente porque es más conocido; en un caso particular se pregunta qué ciudad es más poblada, Heildelberg o Bielefeld

Es probable que los turistas japoneses deduzcan erróneamente que Heidelberg es más grande que Bielefeld al no haber oído hablar de la segunda

    Ni que decir tiene qué este es el gran negocio de la publicidad, pero también implica ciertas características de la inteligencia humana que tienen que ver con su eficacia... y no solo con su torpeza.

La inteligencia funciona a menudo sin pensamiento consciente. (…) Sería un error presuponer que la inteligencia es necesariamente consciente y reflexiva

  O lógica…

Generaciones de estudiantes de ciencias sociales han asistido a entretenidas clases donde han oído decir lo bobos que somos todos, desviándonos continuamente del camino de la lógica y perdiéndonos en la niebla de la intuición. Sin embargo, las normas lógicas son ciegas al contenido y la cultura, y pasan por alto las capacidades evolucionadas y la estructura ambiental. Lo que suele parecer un error de razonamiento a partir de una perspectiva estrictamente lógica resulta ser una muy inteligente evaluación social del mundo real.

Las leyes del pensamiento lógico (…) son aplicables sólo a una pequeña parte de los procesos del pensamiento.

   Se nos dan ejemplos de eficiencia del pensamiento intuitivo:

Por lo común, los sexadores de pollos, los maestros de ajedrez, los jugadores profesionales de baloncesto, los escritores premiados y los compositores no son capaces de explicar del todo cómo hacen lo que hacen. Muchas destrezas carecen de lenguaje descriptivo.

   Esto más o menos lo aceptamos todos –solemos hablar del “don” o “arte” que poseen ciertas personas- pero es que también parece demostrado que diversas habilidades que atribuimos al pensamiento razonado les deben más a la intuición:

Cada año, la «industria de la predicción» —el Banco Mundial, las agencias de corredores de bolsa, los asesores tecnológicos y las consultorías financieras, entre otros— ganan unos doscientos billones de dólares como adivinos pese a su historial generalmente pobre.

Manchester United contra Shrewsbury Town ¿Quién ganará? En un estudio, (…) los participantes turcos sabían muy poco o tenían escaso interés en los equipos ingleses de fútbol, y durante la prueba muchos declararon formalmente su ignorancia. No obstante, los vaticinadores turcos estuvieron casi tan acertados como los ingleses (63 % frente al 66 %). La explicación de esta buena ejecución estaba en que los turcos profanos en la materia siguieron la heurística del reconocimiento de manera intuitiva y sistemática (…) Un experto que ha oído hablar de todos los equipos no puede valerse de la heurística del reconocimiento (…) Puede surgir sabiduría colectiva de la ignorancia individual (…) Existe un grado beneficioso de ignorancia, en el que menos conocimiento es más.

  Esto funciona de la siguiente manera:

Utilizo los términos reacción instintiva, sentimiento visceral, intuición o corazonada de manera intercambiable, para aludir a una evaluación
1. que aparece rápidamente en la consciencia,
2. de cuyas razones subyacentes no somos plenamente conscientes, y
3. que es lo bastante fuerte para que actuemos en función de la misma.

  Las reacciones instintivas son, por encima de todo, muy prácticas. Porque son muy rápidas. La reflexión razonada no cuenta con esa ventaja.

En un entorno incierto, las buenas intuiciones deben pasar por alto información (…) [mientras que] una estrategia compleja puede fracasar precisamente porque explica demasiadas cosas en retrospectiva. Sólo parte de la información es valiosa para el futuro, y el arte de la intuición consiste en centrarse en esa parte y hacer caso omiso del resto. Una regla simple que se base sólo en la mejor indicación tiene grandes posibilidades de dar con esta información útil.

Las intuiciones basadas en una buena razón, no sólo son eficaces, sino que también pueden ser muy precisas.(…)  En un mundo incierto, una estrategia compleja puede fallar precisamente porque explique demasiado en retrospectiva.

   No resulta difícil de comprender. Pero hemos de tener en cuenta varias consecuencias.

Las intuiciones basadas en una sola buena razón suelen ser precisas cuando hemos de predecir el futuro (o alguna situación actual desconocida), cuando es difícil prever el futuro o cuando disponemos de información limitada. También son más eficaces en el uso del tiempo y la información. En cambio, el análisis complejo conviene cuando hemos de explicar el pasado, cuando el futuro es muy previsible o cuando hay grandes cantidades de información

   Es decir, que una revalorización –razonada- de la intuición no desacredita el razonamiento lógico. Y esto se aplica también a cuestiones fundamentales de la convivencia humana, como la moralidad

Muchos psicólogos oponen los sentimientos a las razones. No obstante (…) las propias reacciones instintivas tienen una lógica basada en las razones. La diferencia entre intuición y reflexión moral radica en que, normalmente, las razones que subyacen tras las intuiciones morales son inconscientes. 

   Quizá lo que falta por explicar es que la intuición se cultiva a partir del entorno que nos da los primeros datos que causan nuestro comportamiento. Visto así, el instinto no es muy diferente del prejuicio. Pero si educamos el prejuicio de forma razonada quizá obtengamos mejor resultado que si confiamos engañosamente en una razón lógica todopoderosa que sabemos que no existe.

  La reflexión psicológica consiste en considerar no solo la importancia de las reacciones inconscientes –también instintivas- sino también en considerar cómo podemos prevenir las reacciones de nuestro inconsciente “programando” éste mediante una preparación previa –por ejemplo, la educación… pero no solo la educación. Esta preparación previa de nuestro inconsciente sí conviene que sea organizada de la forma más lógica posible. Y eso realmente no se está haciendo aún: no aprendemos a condicionar nuestro inconsciente de forma deliberada porque vivimos en la fantasía de que nuestro pensamiento consciente puede hacerse cargo de todo a medida que los sucesos tengan lugar. Infravalorar el instinto es lo mismo que evadirnos de la realidad.

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