La raza puede ser una herencia incómoda
El periodista científico Nicholas Wade escribió su polémico libro acerca de la revalorización del estudio de las razas humanas (también en lo que se refiere a pautas de comportamiento innatas) muy a sabiendas de la resistencia que iba a encontrar
Los temores de que entender las razas desde el punto de vista evolutivo promovería una nueva fase de racismo o imperialismo son seguramente exagerados.
No parecen tan exagerados, porque si se demostrase que hay porcentajes estadísticamente ciertos de pautas específicas del comportamiento humano (referidas a la inteligencia y a la agresividad, sobre todo) que se hayan relacionados con determinadas razas humanas (entendiendo “raza” como grupo de población con un origen genético común), la catástrofe sería inevitable por una cuestión que Wade no plantea: cualquier proceso selectivo de individuos quedaría condicionado de la misma forma que se condiciona hoy para ciertos empleos que una persona sea físicamente robusta, sana o de determinado sexo. Si una persona es de la raza “X”, y la ciencia establece que por serlo hay una mayor probabilidad de que estará más capacitado intelectualmente (o temperamentalmente) que el que procede de la raza “Y”, de forma automática se llevaría el empleo el señor de la raza “X”, y no importará que la capacidad intelectual (o cualidades temperamentales) del señor de raza “X” en particular sea mayor o menor que la del otro individuo (como puede perfectamente suceder, ya que superdotados e infradotados habría siempre en todas las razas… aunque en proporciones diferentes con respecto al total de la población). La cuestión es que el proceso selectivo SIEMPRE eliminará al de la raza “Y” debido a la irresistible conveniencia de que todo proceso selectivo maximice las posibilidades de éxito… Problemas parecidos ya se han dado en muchos ámbitos (durante la epidemia del Sida, por ejemplo, las compañías de seguros trataban de evitar los contratos con hombres homosexuales debido al factor riesgo de incurrir en grandes gastos médicos) y una confirmación científica de que hay tendencias de comportamiento humano según la raza a la que se pertenezca podría dispararlos, con las inevitables consecuencias de conflictividad social que ello conllevaría.
Muchas formas de conocimiento nuevo son peligrosas en potencia, y la energía del átomo es un ejemplo preeminente. (…) Es difícil ver por qué razón la exploración del genoma humano y sus variaciones raciales tendría que ser una excepción a este principio, aunque los investigadores y su audiencia hayan de desarrollar primero los términos y los conceptos para discutir de manera objetiva un tema peligroso.
No solo sería peligroso para la armonía social el que los criterios raciales fueran aceptados abiertamente, sino que el mismo Nicholas Wade, en sus planteamientos un tanto tendenciosos, demuestra que estas “formas de conocimiento” son peligrosas a todos los niveles, incluso para los estudiosos que abordan el asunto, pues se diría que pueden también verse arrastrados a sacar conclusiones erróneas.
Véase:
África ha absorbido miles de millones de dólares en ayudas a lo largo del último medio siglo y aun así, hasta un reciente arrebato de crecimiento, su nivel de vida se ha estancado durante décadas. En cambio, Corea del Sur y Taiwán, que eran casi igual de pobres al inicio del período, han experimentado un resurgimiento económico. ¿Por qué han sido capaces estos países de modernizarse tan rápidamente, mientras que otros lo han encontrado mucho más difícil? (…) A principios de la década de 1960, Ghana y Corea del Sur tenían economías similares y parecidos niveles de producto interior bruto per cápita.
[Existe] una nueva posibilidad: que en la base de cada civilización haya un conjunto particular de comportamientos sociales evolucionados que la sostiene (…) Ello explicaría por qué es tan difícil transferir instituciones de una sociedad a otra.
¿Se imagina alguien lo que sucedería si las Naciones Unidas u otras instituciones influyentes a nivel mundial aceptaran semejantes “formas de conocimiento nuevo”? Y lo peor de todo es que hay muchas otras explicaciones plausibles para este fenómeno de desigualdad del desarrollo económico entre los pueblos. Lo más probable es que no se trate ni de instituciones ni de comportamientos genéticamente heredables, sino de pautas de comportamiento que se transmiten culturalmente de la misma forma que un niño criado en una familia disfuncional parte con una grave desventaja a la hora de convertirse en adulto. Hace cincuenta años, Ghana y Corea podían ser parecidos a nivel de producción económica, pero no lo eran a nivel cultural (por ejemplo, el confucionismo predispone a la gente a obedecer a la autoridad centralizada, y no así las tradiciones tribales del África subsahariana).
Sin embargo, nada de esto quiere decir que, en términos generales, el planteamiento del libro esté desencaminado, porque las razas existen, muchas pautas de comportamiento sí que son heredables, y es por tanto posible que se hereden por grupos de forma parecida a como se heredan otras características tan evidentes como el color del pelo o la estatura.
Los genes especialmente afectados por la selección natural controlan no sólo rasgos esperables, como el color de la piel y el metabolismo nutricional, sino también algunos aspectos de la función cerebral, aunque de maneras que todavía no se comprenden bien.
Aunque de ello no hay nada confirmado, y menos todavía en cuanto a que sea significativo en lo que se refiere al desarrollo político y económico de los pueblos (no se justifican las conclusiones extremas que Wade deja caer en numerosos párrafos de este libro).
La demostración de que no solo se heredan características físicas, sino también psicológicas (también las características psicológicas son características físicas, pues el cerebro es un órgano más del cuerpo humano) la tenemos a nuestro alrededor, la conocemos desde hace milenios por la domesticación de animales a fin de maximizar características escogidas de su comportamiento.
El hecho de que pueda domesticarse a los animales es una prueba de que el rasgo puede ser modulado por las presiones selectivas de la evolución.
Como los animales en proceso de domesticación, los humanos perdieron masa ósea porque la agresividad extrema ya no suponía las mismas ventajas de supervivencia
Aquí se apunta la trascendente evidencia de que la humanidad en el pasado procedió a un proceso de “autodomesticación”, seleccionándose los individuos cuyas características de comportamiento se adaptaban mejor a las nuevas exigencias de la vida cooperativa.
Cambios importantes en la sociedad humana, como la transición desde la caza y recolección hasta una vida sedentaria, estuvieron casi con toda seguridad acompañados por cambios evolutivos en el comportamiento social a medida que la gente se adaptaba a su nueva forma de vida.
La naturaleza agresiva e independiente de los cazadores-recolectores, acostumbrados a confiar sólo en sus parientes próximos, tuvo que ceder ante un temperamento más sociable y a la capacidad de interactuar pacíficamente con un número mayor de personas
La gente tuvo que domesticarse a sí misma, al matar o condenar al ostracismo a los individuos que eran excesivamente violentos (…) Los individuos cuyo comportamiento social esté mejor armonizado con dichas instituciones prosperarán y dejarán más hijos
Sin embargo, casi todas las razas actuales proceden de poblaciones que llevan practicando la agricultura y la vida sedentaria desde hace cientos de generaciones. El gran cambio quedó muy atrás en el tiempo para todos.
A pesar de eso, Nicholas Wade insiste en la probabilidad de que los pequeños cambios hayan seguido produciéndose y que sean importantes.
Aunque las diferencias emocionales e intelectuales entre los pueblos del mundo como individuos son muy leves, incluso un pequeño cambio en el comportamiento social puede generar un tipo de sociedad muy diferente.
No hay ninguna certeza de esto, y en ocasiones el mismo Nicholas Wade reconoce que es dudoso que sea así.
Los logros de una sociedad, ya se trate de la economía o de las artes o de la preparación militar, se basan en primer lugar en sus instituciones, que en esencia son en gran medida culturales. Los genes pueden empujar levemente el comportamiento social en una dirección u otra
Afirmar que la evolución ha desempeñado algún papel en la historia humana no significa que dicho papel sea necesariamente prominente, ni siquiera decisivo. La cultura es una fuerza poderosa, y las personas no son esclavas de propensiones innatas
Y el hecho es que no resulta nada convincente, por ejemplo, la opinión de Wade acerca de por qué el proceso civilizatorio ha resultado mucho más exitoso en Europa que en China. Se parte del hecho de que, por una parte, hay grandes sospechas de que los chinos disponen de una capacidad intelectual superior a la de los europeos, a lo que se suma al sorprendente desarrollo de la civilización china hasta hace quinientos años. Entonces llega la cuestión de por qué ellos imitan ahora los usos culturales de Occidente y no nosotros los suyos. ¿Habrá un problema hereditario de otro tipo, aparte de la inteligencia?
China consiguió un estado moderno un milenio antes que Europa. (…)Además de un ejército, sistemas de recaudación de impuestos, registro de la población y castigos draconianos, China poseía otra institución, que Max Weber consideraba que era la marca definitiva de un estado moderno, la de una burocracia impersonal elegida en función del mérito. (…) [Pero] China, con toda su precoz modernidad, nunca desarrolló el imperio de la ley, el concepto de que el soberano debe estar sometido a algún cuerpo de normas independiente
[La] gran desventaja [de China] como estado fuerte es que se halla indefensa ante un mal emperador, el más reciente de los cuales fue Mao Tse-tung
Wade pretende hacernos creer que los chinos (la raza china) son portadores de una herencia genética que, a pesar de la probable mayor inteligencia, condiciona desventajosamente el comportamiento social.
Estas diferencias no surgen de ninguna gran disparidad entre los miembros individuales de las diversas razas (…) Surgen de las variaciones absolutamente menores en el comportamiento social humano, ya sea de confianza, avenencia, agresividad u otros rasgos, que han evolucionado en el seno de cada raza durante su experiencia geográfica e histórica. Estas variaciones han establecido el armazón para instituciones sociales de carácter significativamente diferente. Es debido a estas instituciones (que son edificios en gran parte culturales que se asientan sobre una base de comportamientos sociales modelados genéticamente) que las sociedades de Occidente y las de Asia Oriental son tan diferentes, que las sociedades tribales son tan desemejantes a los estados modernos, y que los países ricos son ricos y los países pobres son indigentes.
Contrariamente a la creencia fundamental de los multiculturalistas, la cultura occidental ha conseguido mucho más que las otras culturas en muchas esferas importantes y lo ha hecho porque los europeos, probablemente por razones tanto de evolución como de historia, han sido capaces de crear sociedades abiertas e innovadoras, absolutamente distintas de las disposiciones humanas originales del tribalismo o la autocracia.
¿Por qué sólo Occidente desarrolló una sociedad de esta naturaleza?
¿Acaso los europeos portan genes que favorecen las sociedades abiertas y el imperio de la ley?
Si esto fuese cierto, los chinos y asiáticos de Extremo Oriente estarían abocados a seguir viviendo en tiranías y autocracias. Y, sin embargo, japoneses, taiwaneses y coreanos del sur cuentan hoy con democracias sólidas una vez que se les ha dado la oportunidad de vivir de acuerdo con estas instituciones. No parece que su herencia genética les esté llevando a regresión alguna, y a la hora de tratar de demostrar su teoría, el mismo Wade realiza planteamientos que podrían dilucidar la cuestión, pero que no dan resultados…
Gran variedad de datos, que incluyen experimentos con niños muy pequeños, indican propensiones sociales innatas para la cooperación, ayudar a los demás, obedecer normas, castigar a los que no lo hacen, confiar en otros selectivamente y un sentido de equidad.
Si esto es cierto, si poblaciones enteras están condicionadas en su conducta social por la herencia, ¿por qué no se realizan experimentos con niños muy pequeños procedentes de puntos muy distantes del planeta? Precisamente por ser tan pequeños, no podrían estar influidos por el entorno cultural…
Hay pruebas razonables de que la confianza tiene una base genética, aunque todavía ha de demostrarse si varía de manera significativa entre los grupos étnicos y las razas.
Se sabe que razas y etnias difieren, por ejemplo, en la estructura del gen MAO-A que controla la agresión
Podría comprobarse, pues, si los bebés de uno y otra raza son más o menos agresivos, más o menos confiados, o más o menos equitativos en los casos que están relacionados con la conducta antisocial adulta… No se menciona siquiera la necesidad de realizar esos experimentos.
Por otra parte, Nicholas Wade parece tomar al geógrafo y antropólogo Jared Diamond como ejemplo de los errores de las ciencias sociales “políticamente correctas”. El famoso autor del premio Pulitzer “Armas, gérmenes y acero” considera que han sido los factores geográficos los que han permitido a Occidente alcanzar el mayor grado de desarrollo civilizatorio. Pero en su intento de refutarlo, Wade llega a afirmar que la distinta suerte de los aborígenes australianos y los colonizadores anglosajones demostraría lo contrario…
Si en el mismo ambiente, el de Australia, una población puede operar una economía muy productiva y otra no puede, a buen seguro no puede ser el ambiente lo que es decisivo, tal como afirma Diamond, sino más bien alguna diferencia crítica en la naturaleza de los dos pueblos y de sus sociedades.
Lógicamente, la “diferencia crítica” consiste en que los colonizadores llegaron al continente con su propia cultura europea (incluyendo, por supuesto, la tecnología) que era muy superior a la de los aborígenes…
Hay más errores, que demuestran que Wade no puede abarcar un ámbito de conocimientos tan extenso como el que implica averiguar la causa de la desigualdad entre los pueblos…
Las ciudades son un ambiente que recompensa la capacidad de leer y escribir, la manipulación de símbolos y las redes comerciales de confianza elevada. Con la urbanización prolongada, aquellos que dominaban las habilidades de la vida urbana habrían tenido más hijos, y la población habría experimentado los cambios genéticos que efectúan la adaptación a la vida urbana.
Esto es muy probablemente erróneo porque las ciudades de la Antigüedad eran tan insalubres que la única forma de mantener la población urbana era con inmigraciones constantes de población rural desplazada, lo que imposibilitaba una urbanización prolongada que permitiese transmitir su supuesta herencia genética. El fenómeno de la insalubridad en las ciudades solo desapareció en los tiempos recientes.
Más:
La tasa de homicidios en los Estados Unidos, Europa, China y Japón es menos de 2 por 100.000 personas, mientras que en la mayoría de los países africanos al sur del Sahara supera los 10 por 100.000, una diferencia que no demuestra, pero que a buen seguro deja margen para una contribución genética a una mayor violencia en el mundo menos desarrollado
Esto quizá sea incluso algo peor que un error: la tasa de homicidios de Estados Unidos (particularmente en los estados del sudeste de los Estados Unidos) es muy superior a la de la población del norte de Europa o del Canadá (de promedio, el triple mayor), y se trata de poblaciones con el mismo origen étnico (blancos anglosajones). Eso hace ver que la diferencia en la tasa de homicidios es casi con seguridad de tipo cultural.
Y en general…
Los rasgos [culturales] que persisten [en las minorías étnicas] (…) en una serie de ambientes diferentes y de una generación a la siguiente tienen, desde luego, muchas probabilidades de estar asegurados por una adaptación genética; de otro modo desaparecerían rápidamente al adaptarse los grupos inmigrantes a la cultura dominante de sus anfitriones.
Por supuesto que sí que desaparecen los rasgos culturales, pero no pueden hacerlo “rápidamente” en la medida en que las minorías étnicas suelen permanecer en sus propios entornos (ghettos) dentro de las poblaciones de acogida, y a que se enfrentan a graves problemas de rechazo social por el mero hecho de llegar como extranjeros.
Aproximadamente el 85% de la variación humana es entre individuos y el 15% entre poblaciones.(…) [Sin embargo,] es un error (…) la afirmación de (…) que la cantidad de variación entre poblaciones es tan pequeña que es insignificante. En realidad, es muy significativa.
En conclusión, no parece probado en absoluto que sea tan significativa, y con independencia de que alguna vez Wade y quienes comparten sus criterios logren demostrar diferencias relevantes en el comportamiento social entre los diversos grupos étnicos, hemos de seguir enfrentándonos a la búsqueda de una respuesta al problema de por qué unos pueblos se han desarrollado antes y por qué otros se encuentran en graves dificultades para alcanzar sus aspiraciones de progreso social. Resolver ese problema podría llevarnos a soluciones adicionales que contribuyan a continuar al proceso civilizatorio hasta alcanzar la máxima cooperación posible en la sociedad.
Pinker está de acuerdo con Elias en que los principales motores del proceso civilizador fueron el monopolio creciente de la fuerza por el estado, que redujo la necesidad de violencia interpersonal, y los mayores niveles de interacción con otras personas que produjeron la urbanización y el comercio.
Existiese o no un origen político ("el monopolio creciente de la fuerza por el estado"), está claro que se produjo un desarrollo de mecanismos culturales (tecnología de la mente) en el sentido de más estrategias de autocontrol de la violencia y promoción de las emociones de empatía; esto podría deberse a una combinación del efecto de religiones, instituciones y circunstancias variables del entorno, como geografía y economía. Es probable que hace dos mil años el Imperio Romano eligiese el cristianismo como su nueva religión oficial (de entre la rica oferta de religiones complejas que en esta época estaban desplazando a la muy simple religión estatal romana) como forma de salir del callejón sin salida causado por la desorientación espiritual del mundo mediterráneo. Es posible, incluso, que, de no aparecer el cristianismo, la cultura romana hubiese evolucionado hacia una especie de “confucionismo greco-latino” (¿el estoicismo?), pero en cualquier caso iba a ser una larga evolución de la ideología cristiana la que llevaría a su vez a una ardua elaboración de estrategias del autocontrol de la violencia a cargo del estamento eclesiástico que finalmente desembocó en los cambios de la Baja Edad Media que menciona Norbert Elias en su “proceso de civilización”. A partir de ahí ya tenemos las condiciones que dieron lugar al Humanismo, la Reforma y la Ilustración (por este orden). Un proceso muy largo y complejo, no necesariamente determinista… y muy improbablemente de origen genético.
Finalmente, recalcar que es todo un acierto por parte de Wade el señalar esta refutación de Darwin a su contemporáneo, el muy peligroso profeta del darwinismo social, Herbert Spencer
La ayuda que nos sentimos obligados a dar a los desvalidos es parte de nuestros instintos sociales, decía Darwin. «Tampoco podríamos detener nuestra simpatía, incluso si lo reclamara la razón pura, sin el deterioro en la parte más noble de nuestra naturaleza», escribió. «Si intencionadamente abandonáramos a los débiles y desvalidos, sólo podría ser por un beneficio contingente, con un mal abrumadoramente presente.»
Mientras que Spencer alentaba, muy a lo Nietzsche (y a lo Hitler, que vendría necesariamente después), la eliminación de los seres humanos más débiles y menos intelectualmente aptos, de forma parecida a como se hace en la cría de perros y caballos de raza, Darwin tuvo la agudeza de darse cuenta de que el progreso de la civilización no depende tanto de que se produzcan más individuos inteligentes, apuestos, fornidos y con cualidades propias de los guerreros homéricos, sino de que se desarrollen culturalmente pautas de comportamiento empáticas, antiagresivas y altruistas, que son las que favorecen más la cooperación y hacen así posibles los mayores logros sociales y tecnológicos.
Muchas gracias un gran blog.
ResponderEliminarGracias a ti por tu atención.
ResponderEliminarSi te interesa el tema que aborda mr Wade, igual te interesa también el pasaje de Jerome Kagan acerca de sus sospechas sobre comportamientos emocionales hereditarios, observables en recién nacidos, en algunas "razas" (o "estirpes"). Lo menciono al final de mi reseña
http://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2018/10/que-es-la-emocion-2007-jerome-kagan.html
Ando preciasmente con este libro que a mí meparece una trilogía a completar con Armas, Gérmenes y Acero de Jared Diamond, y el de Por qué Fracasan los Países, de Robinson y Acemoglu. Cada uno da una perspectiva distinta del la historia (o Historia con mayúsculas), y como precisamente la realidad es compleja, creo que todos tienen una parte de razón.
ResponderEliminarUn saludo.
Tengo reservas sobre algunos equívocos que he observado en este artículo/crítica del libro de N. Wade, pero no voy a expresarlas porque creo que el autor no tendrá intención de rebatirme. No podría.
ResponderEliminarSaludos a todos.
Pues me quedo sin conocer cuáles son los equívocos que Adrián ha observado. Puedo asegurar que el rebatir no es preocupación mía, pero sí el aprender mediante el intercambio de observaciones. El rebatir o no rebatir es una mera secuela intrascendente del aprendizaje.
ResponderEliminarPor poner un ejemplo, el señor Wade escribe: "Gran variedad de datos, que incluyen experimentos con niños muy pequeños, indican propensiones sociales innatas para la cooperación, ayudar a los demás, obedecer normas, castigar a los que no lo hacen, confiar en otros selectivamente y un sentido de equidad." Y mi crítica tenía que ver con que no me constaba qué datos eran esos y qué trascendencia tenían. Pero más tarde encontré este libro https://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2018/10/que-es-la-emocion-2007-jerome-kagan.html del que resalté el siguiente párrafo: "los bebés y niños pequeños caucasianos sonríen más que los niños nacidos de padres chinos (…) Es posible que las diferencias temperamentales entre asiáticos y caucasianos hagan una pequeña contribución a las preferencias culturales"
Esto sí serían diferencias innatas a nivel de emociones humanas y por lo tanto "rebate" en cierta manera la posición de que no existen determinantes genéticos a nivel de "raza" -ancestry- relacionados con el comportamiento social. Claro que el tema está aún pendiente de demostración y, de todas formas, resultaría siempre de menos peso que los determinantes culturales.
Antes de nada, disculpas por responder tardíamente. Es interesante lo del aprendizaje y el ejemplo; tienes razón.
ResponderEliminarMi crítica va mayormente -como dije, hacia algunas reflexiones que podrían respaldar -y respaldan en parte, la premisa implícita en la reseña (que la cultura es más responsable que la genética).
"No parecen tan exagerados, porque si se demostrase que hay porcentajes estadísticamente ciertos de pautas específicas del comportamiento humano (referidas a la inteligencia y a la agresividad, sobre todo) que se hayan relacionados con determinadas razas humanas (entendiendo “raza” como grupo de población con un origen genético común), la catástrofe sería inevitable"
Ya se ha demostrado que existen diferencias cognitivas a nivel racial. El debate no está en la existencia de diferencias, sino en el origen y causa de éstas -entre ambientalistas y hereditarios, sin embargo, no se dan (en mi opinión) las eventualidades sociopolíticas supuestamente indeseables que algunos advierten. Lo más importante para los maliciosamente interesados estaría en la mera existencia de diferencias y no en sus causas, aunque no niego que al demostrarse una gran implicación genética en ellas, no reciban un impulso. Como postilla, no creo que el potencial uso de la verdad justifique restringir su búsqueda.
"[...] estas “formas de conocimiento” son peligrosas a todos los niveles, incluso para los estudiosos que abordan el asunto, pues se diría que pueden también verse arrastrados a sacar conclusiones erróneas."
No todo es blanco o negro: si las conclusiones hereditarias son ciertas en el ejemplo africano, la ayuda estaría injustificada en ese sentido y se corregiría un despilfarro.
"¿Se imagina alguien lo que sucedería si las Naciones Unidas u otras instituciones influyentes a nivel mundial aceptaran semejantes “formas de conocimiento nuevo”? Y lo peor de todo es que hay muchas otras explicaciones plausibles para este fenómeno de desigualdad del desarrollo económico entre los pueblos. Lo más probable es que no se trate ni de instituciones ni de comportamientos genéticamente heredables, sino de pautas de comportamiento que se transmiten culturalmente [...] (por ejemplo, el confucionismo predispone a la gente a obedecer a la autoridad centralizada, y no así las tradiciones tribales del África subsahariana)."
Vuelvo a lo mismo, pregúntese si los otros están en lo cierto: ¿no estaría la ONU etc. asumiendo premisas falsas y por lo tanto erróneas?
Siendo cierto el caso de que existen diferentes explicaciones alternativas a la situación africana, eso no invalida el estudio de hipótesis genéticas.
Se sabe que cultura y la genética van de la mano y se retroalimentan; a mi no me parece plausible -como menos aún a Wade, que el comportamiento (obediencia e indisciplina) no haya adquirido connotaciones al menos parcialmente genéticas producidas tras milenios o siglos de sistema tribal e imposición del confucianismo.
De hecho, más tarde usted observa la complementariedad entre genes y cultura.
Esto es una mera curiosidad:
Wade dice: "Como los animales en proceso de domesticación, los humanos perdieron masa ósea porque la agresividad extrema ya no suponía las mismas ventajas de supervivencia"
Usted dice: "Aquí se apunta la trascendente evidencia de que la humanidad en el pasado procedió a un proceso de “autodomesticación”, seleccionándose los individuos cuyas características de comportamiento se adaptaban mejor a las nuevas exigencias de la vida cooperativa."
Estoy en desacuerdo con ambos, -según un estudio, la reducción de la masa ósea se debe a una reducción en la capacidad de carga, es decir, por alguna razón se dejó de transportar o mover cosas pesadas o se redujo el peso de éstas, pero no niego que otras variables como las citadas hayan jugado un papel importante.
Volviendo al tema:
Eliminar"Sin embargo, casi todas las razas actuales proceden de poblaciones que llevan practicando la agricultura y la vida sedentaria desde hace cientos de generaciones. El gran cambio quedó muy atrás en el tiempo para todos."
Esto tiene matices: desde el verdadero tiempo transcurrido entre las poblaciones a que las diferencias tengan cualquier otro origen y se busquen en otros hechos: por ejemplo la autodomesticación de la Europa medieval o el hecho de que los alimentos vegetales utilizados en la agricultura a lo largo y ancho del mundo difieren considerablemente. Hace poco se supo que los asiáticos orientales tienen rasgos genéticos que favorecen el consumo y la digestión de arroz entre otros alimentos altos en glúcidos. De hecho, Wade más tarde apunta: "[...] Surgen (este tipo de diferencias) de las variaciones absolutamente menores en el comportamiento social humano, ya sea de confianza, avenencia, agresividad u otros rasgos, que han evolucionado en el seno de cada raza durante su experiencia geográfica e histórica. Estas variaciones han establecido el armazón para instituciones sociales de carácter significativamente diferente. Es debido a estas instituciones (que son edificios en gran parte culturales que se asientan sobre una base de comportamientos sociales modelados genéticamente) que las sociedades de Occidente y las de Asia Oriental son tan diferentes,..."
"Wade pretende hacernos creer que los chinos (la raza china) son portadores de una herencia genética que, a pesar de la probable mayor inteligencia, condiciona desventajosamente el comportamiento social."
Tampoco parece algo descabellado, tengo entendido que esto es frecuente en autistas y superdotados.
"[...]Y, sin embargo, japoneses, taiwaneses y coreanos del sur cuentan hoy con democracias sólidas una vez que se les ha dado la oportunidad de vivir de acuerdo con estas instituciones."
Esto es matizable. Hay que tener en cuenta que llevan relativamente poco tiempo en este sistema, que además se les obligó a adoptarlo y que la coyuntura geopolítica puede afectar al tiempo necesario para revertir dicha situación. Por ejemplo, si Corea o Japón descartaran la democracia pondrían en riesgo su independencia política, ya que probablemente se quedarían solos ante Corea del Norte y China. Y aún así podría suceder, Europa tardó siglos, sino milenios, en adoptar la democracia, pero -supuestamente, la evolución genética subyacente que conduciría al liberalismo puso inevitablemente fecha de caducidad a los sistemas antidemocráticos.
"[...] ¿por qué no se realizan experimentos con niños muy pequeños procedentes de puntos muy distantes del planeta?..."
Se han hecho, por ejemplo estudios sobre el cociente intelectual -al cual los hereditarios atribuyen (depende quién) entre el 40% y el 90% a la genética, en mellizos que demuestran una correlación genética. Si te refieres entre niños de diversas razas, no estoy muy al tanto, pero sé que se hacen: recuerdo un estudio en bebés de diversas razas que evaluaba la simpatía o aceptación hacia rostros de diverso tipo racial, observándose disparidades raciales.
"Podría comprobarse, pues, si los bebés de uno y otra raza son más o menos agresivos, más o menos confiados, o más o menos equitativos en los casos que están relacionados con la conducta antisocial adulta… No se menciona siquiera la necesidad de realizar esos experimentos."
Bueno... Se podrían y se deberían hacer, cosa que desconozco, pero se sabe que los afroamericanos -que tienen una prevalencia genética del rasgo MAO-A, cometen al año ligeramente más del 50% de delitos violentos en América; estamos hablando de que alrededor del 1% de los afroamericanos a matado a una o más personas. ¿Existe correlación? Sí, ¿es ésta la causa? Hay que investigar bastante más, pero indicios hay.
"Esto quizá sea incluso algo peor que un error: la tasa de homicidios de Estados Unidos (particularmente en los estados del sudeste de los Estados Unidos) es muy superior a la de la población del norte de Europa o del Canadá (de promedio, el triple mayor), y se trata de poblaciones con el mismo origen étnico (blancos anglosajones). Eso hace ver que la diferencia en la tasa de homicidios es casi con seguridad de tipo cultural."
EliminarEn el sudeste de Estados Unidos reside casi toda la población de raza africana, que como dije previamente, es responsable de algo más del 50% de los crímenes violentos. constituyendo además sólo el 13% de la población total. Esto apunta a que el principal factor de causa en la tasa de homicidios es la raza en lugar de la cultura.
Lo mismo sucede con el C.I. global: se observa una marcada disparidad continental que se superpone precisamente a la diversidad racial.
"En conclusión, no parece probado en absoluto que sea tan significativa (la diferenciación genética),..."
Queda mucho por investigar, pero evidencias a favor las hay y además bastante significativas: la cantidad de diferenciación genética humana es de 99,5% (no 99,9% como se decía), es decir, un 0,5%; ésta cifra por sí sola parece insignificante, pero cobra relevancia cuando se tiene en cuenta que la diferencia entre el ser humano y el chimpancé es del 1% al 1,5% (depende quién). Si entre un 1% y un 2% es suficiente para que nosotros estemos hablando por internet y los chimpancés tengan un tamaño cerebral menor al de un australopiteco, ¿qué no podría explicar un 0,5%?
90% es la cantidad que compartimos con una rata y el 50% con una planta.
El 0.5% equivale a 15.000.000 de pares de bases, es decir, quince millones de rasgos genéticos únicos en los que difieren las razas humanas; existen especies con menor heterocigosidad y subespecies reconocidas.
Obviando el origen de la civilización y el estado, sí haré una defensa breve de Herbert Spencer:
H. Spencer está sobado hasta la saciedad por los darwinistas políticamente correctos (la aparente mayoría) y se le atribuyen muchas cosas que no son ciertas, él estaba a favor de la caridad privada y de la ayuda a los pobres. A Spencer se le conoce mucho por este tema tergiversado, pero también es muy conocido por ser uno de los teóricos libertarios más importantes del siglo XIX y a pesar de parecer algo contraintuitivo, hasta fue partidario del salario mínimo.
El "darwinismo social" no es más que darwinismo simple y llano. Puedo afirmar confiado que quien niegue esto último no ha leído a Darwin, especialmente "El Origen de las Especies" ni "El Origen del Hombre".
Saludos.
Muy agradecido Adrián por sus intervenciones, que nunca llegan tarde si ayudan a volver a pensar un poco más en todos estos temas.
EliminarAnte todo, decirle que desde que publiqué esta reseña he leído unos cuantos libros más tratando de este tema -la heredabilidad de características de comportamiento humano por "razas" o grupos de ancestros- y cada uno dice algo diferente rebatiendo las conclusiones de los autores anteriores. Así que creo que no voy a aceptar nada a este respecto porque todo es inseguro.
Una cosa sí es segura: que en los mamíferos superiores se heredan características de conducta, como demuestra la selección que se practica en la domesticación. Y lo mismo sucede si un grupo de animales se reproduce en una isla sin contacto con otro grupo de la misma especie que se reproduce en otra isla, como ya descubrió Darwin. De este tema en especial, a mí me interesa sobre todo el asunto de la "autodomesticación" ya mencionado. http://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2015/06/la-explosion-de-hace-10000-anos-2009.html
El debate gana interés entre los que, como yo, somos simples lectores -y no científicos genetistas-, al abordar la cuestión de la peligrosidad de sacar conclusiones precipitadas como parece que hace el autor, el señor Wade. Cuando aborda la cuestión del supuesto despilfarro de las ayudas económicas enviadas a África usted comenta "pregúntese si los otros están en lo cierto: ¿no estaría la ONU etc. asumiendo premisas falsas y por lo tanto erróneas?"
No lo están haciendo porque, para empezar, no hay seguridad de que los africanos no puedan aprovechar la ayuda económica debido a sus taras hereditarias de tipo intelectual; y aunque algún día llegara a haberla, la actuación es correcta en base a los conocimientos actuales. Hoy por hoy, dar por seguro algo tan terrible como que existe una limitación intelectual hereditaria causaría un enorme daño a nivel social. Además, si existiera esa limitación ¿en qué medida hace desaconsejable el gasto en ayuda al desarrollo? Tal vez se trate de una pequeña limitación. ¿Y cuál es la alternativa, en todo caso?
Ah, por cierto. Gracias por la información sobre los chinos y el consumo de glúcidos en el arroz. Se trataría, entonces, de otro ejemplo del "efecto Baldwin" https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Baldwin aparte del más conocido de la tolerancia a la lactosa. Supongo que ya lo conoce usted, así como la teoría de la supuesta "autodomesticación" de los judíos askenazíes en los ghettos europeos, que les habría dado una inteligencia superior (Einstein, Marx y Freud se cuentan entre los supuestos ejemplos). Qué curioso, sin embargo, que en todas estas teorías sobre la autodomesticación nunca he encontrado nada escrito a la más que probable domesticación -no "autodomesticación"- de las mujeres por los hombres al seleccionarlas a estas como esposas en el largo periodo de civilización patriarcal. Explicaría probablemente determinadas peculiaridades del comportamiento de las mujeres -menor agresividad, plasticidad erótica, afectividad maternal, sumisión...- todas, por cierto, sumamente prosociales...
ResponderEliminarLuego puntualizar lo que se escribe sobre la población del sudeste de EEUU. Usted incluye en esta población a la minoría afroamericana. Le aseguro que todos los estudios sobre las tendencias violentas en esa región se refieren a la población blanca. De lo contrario no se haría referencia a que se atribuye a la "cultura del honor" propia de las costumbres ganaderas, ya que los afroamericanos, por desgracia, en el pasado ni tenían ganado... ni tenían "honor" -el esclavo, por definición se ve despojado de este ámbito de actuación.
En cuanto al señor Herbert Spencer, reconozco que no lo conozco más que por comentarios (y porque fue relativamente popular en su época, lo admiraba, por ejemplo, Jack London) y siempre se lo pone como ejemplo del efecto negativo que tuvieron ciertas interpretaciones del darwinismo en su época. Tampoco he leído a Gobineau, la verdad. Sí he leído a Nietzsche, y la verdad parece evidente que él fue también uno de los influidos por la interpretación "negativa" del darwinismo -el curso de la vida humana está determinada por la supremacía del más apto...
Sin embargo, ambos sabemos que Darwin, con el señalamiento de la "selección de grupo", ha sido uno de los más importantes defensores de las conductas prosociales -altruistas, compasivas...
Igualmente idea21, estoy disfrutando esta conversación.
EliminarAún así, creo que no estamos de acuerdo en nada, ni en general ni en concreto. Veo que ni siquiera en meras observaciones o percepciones: lo cual no tiene por qué ser malo; como usted ha notado en realidad es al contrario y eso es de agradecer.
Ciertamente, he visto que la autodomesticación humana y la cooperación social son temas ubicuos en tu blog.
Francamente, tampoco hay seguridad de que estén aprovechando esa ayuda y no creo que los conocimientos actuales avalen tales resoluciones humanitarias; se deban o no esas limitaciones a causas hereditarias.
¿Por qué reconocer actualmente que existen diferencias raciales parece carecer de impacto sociológico y sin embargo, reconocer que son genéticas implicaría un enorme daño social? En este sentido soy bastante escéptico al menos en lo que respecta a Occidente.
Siendo ese el caso, ¿no sería ineficiente e injusta una sociedad que negase la evidencia científica?
Usted me pregunta: ¿y cuál es la alternativa en todo caso? Esa pregunta no me corresponde, le corresponde a quien quiera ayudar económicamente a esos países. Quizás es para usted, no lo sé; lo que sí le puedo decir es que estoy en contra de cualquier tipo de ayuda siempre que sea obligatoria, en caso contrario pienso que cada uno debería ser libre de hacer lo que quiera con su dinero.
He de notar que desde una perspectiva económicamente liberal, la ayuda humanitaria es contraproducente como mínimo.
Pues no sabía quien era J.M. Baldwin y el Efecto Baldwin, gracias por el enlace. Según Wikipedia parece ser un epifenómeno de la selección natural -o así lo parece, corrígeme si me equivoco. Sí, debe ser lo que pasó con los judíos, etc.
En cuanto a Estados Unidos, los crímenes se publican anualmente en estadísticas que detallan la raza, tanto del agresor como de la víctima; primero (de mayor a menor criminalidad) van los africanos seguidos de hispanos, europeos y asiáticos.
No estoy al tanto de investigaciones de este tipo, pero si la población africana habita esencialmente en el sudeste de EE.UU., según las estadísticas se deduce que los afroamericanos sureños cometen más crímenes violentos que los blancos sureños.
Si no recuerdo mal, al descontarse la población afroamericana e hispana las estadísticas criminales estarían a la par de los países europeos.
De Gobineau sé mas bien poco, lo básico, me da la impresión de estar desfasado como teórico racial o antropológico. De Nietzsche algo más, parece que vamos a la par.
Con respecto a Darwin y el darwinismo social quise indicar que este último no es -en lo esencial, una distorsión ni una malinterpretación del darwinismo como suele oírse.
Por ejemplo, ciertamente la selección multinivel explica una serie de comportamientos como el altruismo, la compasión, etc., pero como usted sabe, es la competencia connatural al proceso de selección de grupos la razón de que esos comportamientos se hayan extendido, precisamente porque favorece la supervivencia de ese grupo: la evolución ha desfavorecido la violencia reactiva en pro de la violencia proactiva.
Hola, Adrian
ResponderEliminarMuy interesante todo. Voy a responder intentando no repetirme para que consten algunos puntos de vista fundamentales que sean de interés para más personas.
Ante todo, el tema de la violencia en el sudeste norteamericano lo leí por primera vez en Pinker, en su notable best-seller
http://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2013/10/los-angeles-que-llevamos-dentro-2011.html
Tiene que ver con las teorías ambientalistas. Wikipedia tiene un artículo (en inglés) https://en.wikipedia.org/wiki/Culture_of_honor_(Southern_United_States)
Las teorías suelen tener que ver con las culturas inmigrantes anglosajonas. Creo haber leído que también existen ciertas teorías sobre las culturas de ciertos pueblos ganaderos que viven en montañas y desiertos (como los bereberes, los tuareg o los afganos).
La criminalidad de los afroamericanos se suele relacionar, obviamente, con su vida en ghettos y problemas de integración económica. Hasta el momento, las cuestiones raciales no son consideradas de la forma en que usted lo hace, como obstáculos innatos a la integración social. A mí me interesa mucho la cuestión de la agresividad y creo que se puede concluir que hay culturas agresivas y condicionamientos a la agresividad. Una curiosidad, por ejemplo, es que la mafia italonorteamericana tan célebre en los espectáculos audiovisuales, hacia 1900 era solo una más de entre las variadas mafias de inmigrantes, como las irlandesas o judías. Pero todas se extinguieron menos la italiana a medida que mejoraban las condiciones económicas.
En suma, no hay pruebas concluyentes sobre la antisocialidad de los grupos raciales.
Y la mejor forma, de momento, de acabar con los ghetos y núcleos de marginalidad y antisocialidad es el desarrollo económico. En un país tan rico y desarrollado como EEUU ciertamente es notable lo poco que se ha progresado con los afroamericanos. Quizá haya mejores soluciones, pero desde luego, estigmatizar por razas creo que va en sentido contrario. En esto soy poco original
Una importante puntualización sobre el "darwinismo social": que en el pasado se cultivaran las conductas altamente prosociales -altruismo, compasión, empatía...- con fines de competencia entre grupos no implica que hoy tengamos que utilizar estas pautas de conducta con el mismo fin. Si disponemos de ellas, contamos con mecanismos culturales para usarlas en función de ideales menos mezquinos. Al fin y al cabo, la idea de que "todos los seres humanos somos hermanos" es bastante antigua.
En cuanto a sus ideas, creo que "neoliberales", contrarias a las ayudas sociales etc... Bueno, están más o menos extendidas pero creo que son incompatibles con otras más extendidas aún, como el humanitarismo.
No crea usted que defender determinadas ideas "egoístas" pero que apuntan a un buen fin (el resultado sería mejor para todos) es algo inocente. La actitud moral, emocional, "prima" la conducta efectiva. Este libro es muy bueno a ese respecto https://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2018/07/pasiones-dentro-de-la-razon-1988-robert.html Fíjese en el párrafo sobre los "Estudiantes de Economía".
Aquí sobre el "primado" https://es.wikipedia.org/wiki/Primado_(psicolog%C3%ADa)
Hoy por hoy, todas las Constituciones de los estados modernos apuntan a que toda la riqueza de la nación está en función del interés social. El derecho de propiedad ha dejado de ser "sagrado" hace mucho.
A mí se me ocurren ideas nuevas, pero no de ese tipo. Lo importante, en todo caso, es reflexionar sobre los problemas humanos y considerar cómo se dan los cambios y cómo lo que hoy nos parece chocante quizá en el mañana no lo sea tanto. Es lo que ha sucedido tantas veces...
Muchas gracias por la aportación
Hola idea 21
EliminarSí, conozco la tesis que usted expone, sin embargo, aquí no vamos a estar de acuerdo.
Como usted apunta, no hay pruebas concluyentes sobre este tema, aún así me inclino por la explicación hereditaria, como usted por la cultural.
Sin negar las influencias circunstanciales -que quede claro que no soy un determinista.
El problema que tengo con las tesis culturales es que no otorgan a la genética posibilidad de influencia alguna, cosa que desde mi punto de vista me parece altamente improbable, pero supongo que a medida que la ciencia avanza saldremos de dudas relativamente pronto -si es que no prohíben las investigaciones por motivos ideológicos...
Y no seré yo quien porfíe a Steven Pinker, Dios no lo quiera, pero ¿a qué se refiere usted cuando dijo que Pinker desconoce estudios sobre criminalidad no-blanca? Las estadísticas oficiales se hacen públicas anualmente.
Es probable que la mafia italoamericana engordara bastante tras el ascenso del fascismo en Italia -que quedó prácticamente extinguida en la región de Sicilia.
Estoy de acuerdo en que la mejor solución para acabar con la criminalidad es el desarrollo económico, lo que sí es cierto es que podemos discrepar en cómo se consigue. El "humanitarismo" como ideología económica o método para la prosperidad, lo desconozco.
Antes era proteccionista e intervencionista -cuando no sabía casi nada de economía, pero con su estudio en profundidad cambié de parecer. No soy inocente, usted puede creer en otros sistemas económicos, pero como Adam Smith dijo: " no es por la benevolencia del carnicero, del cervecero o el panadero que obtenemos nuestra cena, sino por su propios intereses".
En cuanto al darwinismo social, si no existe el mecanismo que permite la propagación de esos comportamientos, soy bastante escéptico en que éstos se mantengan en el tiempo sin presiones de tipo evolutivas.
Una cosa es el derecho a la propiedad (privada) y otra la función social de la propiedad, efectivamente ampliamente extendida. El derecho a la propiedad sigue siendo bastante "sacral" a día de hoy en Occidente.
Hola, Adrian:
Eliminar"a qué se refiere usted cuando dijo que Pinker desconoce estudios sobre criminalidad no-blanca? Las estadísticas oficiales se hacen públicas anualmente."
Me refería a lo que ya le mencioné sobre las "culturas del honor" del sudeste norteamericano. No hay datos, hasta ahora de violencia asociada a razas, pero sí hay una relación entre determinadas culturas y la violencia; eso va desde los yanonamo
https://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2017/09/yanomamo-1992-napoleon-chagnon.html hasta las bandas de narcotraficantes.
"El "humanitarismo" como ideología económica o método para la prosperidad, lo desconozco."
"Humanitarismo" se considera en general la creencia de que las tendencias de mejora social deben ir en el sentido de desarrollar las particularidades propiamente humanas. Por ejemplo, la competitividad y la "supervivencia del más apto" son propias de muchas especies animales; pero las ideologías compasivas así como el desarrollo de las artes y la introspección psicológica como medio social son propiamente humanas.
" no es por la benevolencia del carnicero, del cervecero o el panadero que obtenemos nuestra cena, sino por su propios intereses".
Una de las cosas que creo haber descubierto -y creo que ya he escrito algo sobre ello más arriba- es que, en el ser humano, "medios" y "fines" están interconectados. https://unpocodesabiduria21.blogspot.com/2019/05/economia-moral-2016-samuel-bowles.html
Hola idea21,
EliminarDe acuerdo, pensé que quizá hubo una mala interpretación por mi parte; no fue así. Gracias por la indicación.
En este sentido (más o menos como usted aclara) tenía yo al humanitarismo, que usted contraponía al neoliberalismo; de ahí mi indicación, de que tal humanitarismo -como teoría económica, lo desconocía.
En este sentido el humanitarismo no está peleado necesariamente con el capitalismo y la economía liberal, me parece.
De hecho, se podría argumentar que la cooperación social que se da en el capitalismo es una pacificación de la supervivencia del más apto. Una suavización de la evolución, por así decirlo.
Gracias por el enlace, creo que polemizar otra cuestión aquí, aún estando relacionada sería algo quizá inapropiado, ¿no cree? La leeré brevemente y dejaré una nota.
En general, no estoy deacuerdo: no creo que el capitalismo en sí mismo promueva comportamientos antisociales. Por ejemplo: la diferencia entre un mercado fuertemente regulado o casi completamente libre es crucial a la hora de realizar transacciones y una sociedad que permita el comercio de cocaína tendría muchas más facilidades bajo un capitalismo de laissez-faire que bajo una economía planificada, de lo cual no se sigue que el capitalismo promueva la cocaína, sino que la promueve la sociedad.
De todas formas creo que el mercado capitalista refleja la moral individual y colectiva y que es una forma de cooperación social -en palabras de M. Onfray, connatural a la naturaleza del mundo. No creo que haya mejor sistema para que el ser humano pueda ganarse la vida pacíficamente.
No sé si es acertada mi crítica, le agradezco su atención idea21, saludos.
El ejemplo es malo, lo sé.
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